domingo, 23 de marzo de 2014

O nada o todo, o contigo o solo.

Que no te duela, que no te mientan ¿Quién te dijo que no sería amor hasta que no doliera?
¿qué prefieres? ¿Un corazón lleno de astillas por estar tocando madera o un corazón que de amor quedó ciego pero que una mano le guía y no le deja andar a tientas? Equivocados estamos, el que no ve es el primero, porque solo vive entre tinieblas, pues yo prefiero ser ciego y que de la mano me lleven a las estrellas.

y.. ¿quiénes son ellos para juzgar lo cierto? ¿quiénes son ellos para romper la magia de lo eterno?¿quiénes son ellos que aconsejan cuando su propia vida es un infierno?
Si fueran tan listos se aplicarían a si mismos sus propios mecanismos
¿sabéis demasiado?¿no? entonces.. ¿por qué os quejáis de estar solos siempre los mismos?
Por tanto, antes de hablar, mirar si vuestra relación son o no burdeles, si os son y sois fieles, o de que si estáis solos o no, pueda ser problema de que lo que tenéis por dentro está podrido y nadie lo quiere.
Dejar de hablar de los que se quieren, dejar de envidiar si ellos ser felices pueden, dejarles crear, dejarles soñar, ya que si algo ha de acabar llegará un día donde de tanto temblar se derrumben por si solas las paredes.
Cada uno tiene su vida, y cada uno a sus menesteres, porque aunque no todos seamos iguales, mañana puede ser tu sueño el que todos destruir quieren.

Y nosotros, perdemos los papeles ¿yo quién soy? ¿y tú? ¿y tú quién eres?
¿qué haces?¿haces lo que quieres o haces tan solo lo que puedes? Ser libre no implica hacer lo que ellos quieren.
Dejarte llevar sin que me pises, hacerte reina del baile a ti, me sobran misses. Pero tú no quieres volar, acompañarme a mil países, sólo tú, tus alas y tus ganas de elevar-te por encima de lo que ellos dicen.
No hay vértigo ni miedo a la caída, hay pánico a lo que ellos digan, idas y venidas, contar los abrazos, saborear el último beso de despedida, yo he muerto de frío tiritando en avenidas, tú arropada y siempre.. siempre dormida.
Preocupada porque no me digan nada, porque no me pase nada, pero yo ¿miedo a quién? Mi único miedo es de no verte la cara, de echarte en falta, de que ya no huela a ti mi manta, de despertarme y que no sea mi niña pequeña la que me levanta.
Pero ¿ahora? Soy feliz con lo que tengo ¿discutir? por como soy yo, pienso en todo y quiero todo perfecto. Cuando el corazón bombea se acelera el tiempo, no creo que tenga la culpa de querer ganarle tiempo al tiempo, no creo que haya culpa en poner a todo lo que quiero sentimiento. Ahora solo me apetece reír, aprovechar por fin lo que tanto he buscado, hacer finito lo malo e infinito lo eterno.
Odio mentir cuando no he matado a nadie, ¿nos juzgarán por sentir? ¿nos prohibirán vivir? ¿alguna vez te han prohibido respirar del aire?

Tan solo vivamos, puede que mañana sea tarde para descubrir que tu corazón era el ciego, puede que ya no esté mi mano. Jugársela de una vez al cien por cien, puede que yo no entienda, que no sepa lo que cuesta, pero cuando el corazón quiere algo de verdad, surge la magia, y si en lo nuestro hay magia, costará, pero todo saldrá bien.

1 comentario:

  1. Un poema precioso, habla de amor pero sin ser pasteloso como normalmente tienden a ser, me gusta mucho.
    Te sigo.

    Un abrazo!

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