viernes, 22 de febrero de 2013

El barco.

¿Sabes una cosa Max? Yo no se si puedo hacer feliz a Ainhoa, y las veces que lo he intentado he fracasado. Si te digo la verdad, seguramente lo mejor para Ainhoa es que yo me quite de en medio, dejar que sea feliz contigo o con quien sea. Ojalá pudiera, de verdad, pero no puedo, no puedo porque estoy enamorado hasta las trancas. Soy demasiado egoísta, no puedo.

-Como mejor estamos tu y yo es con tierra de por medio, ¿no crees?
-No, no lo creo, como mejor estamos es a dos centímetros de distancia, sintiendo nuestro aliento. Iba a decirte que volvieramos a intentarlo, otra vez juntos, tú y yo, pero veo que no estás ahí.
-Ainhoa, solo nos hemos hecho daño, nuestra historia ha sido un error desde el principio.
-No, no fue un error, ni de coña, la historia de amor más bonita que he tenido en mi vida no ha sido un error, y no quiero que lo digas y no quiero que lo pienses tampoco porque no ha sido un error, repetiría cada momento, cada momento que pasé contigo.

Dicen que el amor es una trampa de la naturaleza, concebida para perpetuar la especie. Puede que sea así, pero para mí, el amor es lo que me ayuda a conjugar la tierra, a conjugar bocanadas de aliento. El amor es más poderoso que cualquier cosa.

PD: El primer párrafo ni yo mismo podría haberlo expresado mejor. El segundo, habla de mi vida por si solo. El tercero, es como veo yo el amor.
Gracias por este último capítulo. Es un poco cursi esta entrada, pero a la hora de hablar de sentimientos esa palabra no existe y yo soy de los que creen que el amor puede con todo, el amor mueve al mundo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario