martes, 7 de abril de 2015

Un par de borradores antiguos sin terminar.

Irme , marcharme, a cualquier lado, a cualquier parte.
Morirme, si no puedo besarte, besarte para tenerte, y luego dejarte.
Que le voy a hacer si me gusta el riesgo, los retos, de lo difícil me encapricho.
Si ya se que te tengo no te quiero, venderte el cielo para que compres un infierno.

Yo estuve allí, en tus días más flojos,
cuando llorabas en tu cuarto y maquillabas tu sonrisa.
Ensayabas los gestos para que nadie se diera cuenta,
hablabas con el espejo. él te escuchaba, yo nunca me iba.
Yo te vi llegar, mandarlo todo lejos, era un infierno,
te arropaba cuando la enfermedad se apropiaba de cuerpo,
me mantenía despierto,
atento, siempre atento, de tu pelo, tu voz, tu tiempo.
Impotencia era querer abrazarte sin poderte tocar,
cuando dormías y temblabas de miedo.
Cerraba la ventana cuando la dejabas abierta,
nunca querías comer, te dejaba comida en la mesa.
Ensayaba contigo, hacía tus pasos sin saber bailar,
pero yo siempre tropezaba, lo llamé realidad.

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