Quiero que tus preocupaciones se muevan
como lo hacen los planetas, que todo gire en torno a ti, quererte TÚ, para que
yo te quiera.
Quiero que camines tranquila sobre una
línea recta, que baches son obstáculos
que no sirven para aprender, solo para alejarse, volver de nuevo y darse
cuenta.
Yo estaré siempre allí para que no te
pierdas, sólo, y repito, sólo si me necesitas, te guiaré con el viento cual
veleta. Al final del camino te encontrarás a ti, muy cambiada, pero no huyas,
jamás te des la vuelta. ¿Gustarme a mí? Te lo digo una vez por si aún no te has
dado cuenta, cada una de las señas que te daba era para que te encontraras a
ti, pero conmigo de vuelta.
Recuerda que cambiarás, pero por mucho
mucho mucho mucho que cambies seguirás teniendo algo distinta a las demás,
ganas inmensas de cuidarte que no habían surgido jamás, fundirnos como el sol y
la luna, eclipse de felicidad. Que tu pelo me abrace como a Saturno su Halo,
que aunque estemos lejos del sol permanezcamos templados; Frío y calor, venta y
regalo, la luna creciente y el mundo menguante a nuestro lado.
Quiero que llegue Agosto; el sol, la
playa, sombrillas, espuma, tu risa empapada. Empeñada en que cada mañana te
escriba, mi Venus, la almohada en la cara. Versos en un desayuno con
mordiscos y legañas, las 11, las 12, tu cuerpo en el borde, y aún más..
miradas. Tú el orden, yo el desborde, tú más lista, más guapa, tú tranquila, yo
impaciente rogándote bajar a la playa. Me encanta leer en la orilla, y más si
se que nada me falta, me encantas tumbada en la toalla encima de mí haciéndome
cosquillas, me encanta pasear, subirte la falda, y poner celoso al sol, porque
eres tú quien brilla.
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