Siempre he querido viajar, ver una puesta de sol en cada parte del mundo, despertar con la Aurora Boreal, cambiar años por segundos. Solo lo cambiaría por ti, princesa, primera maravilla del mundo, de ellos no, quizás, sólo mi mundo. Dos manos, un abrazo, estrujar, beso, arañazo, saborear, corazón trotar, mente volar, y todo en ti, mezclado, tu cuerpo y mi ropa, modelo y conjunto.
..Y quizás, queremos volar sin ni siquiera saber aterrizar, primero lo que importa es mantenernos juntos. Las Maldivas pueden esperar, de ahí nunca se irán, prefiero un Interrail por tu vientre en Julio. Deja de preocuparte, que el trabajo ganas no me va a quitar, porque tu perfume no se cansa de recordarme lo que tengo fuera, lo que significa verte, que sonríes y te lances encima mía cuando me ves.. esa manera de apretarme fuerte. Jamás te cansas de repetir "quiéreme siempre", ¿Desde cuando un Faquir deja su joya más preciada de Oriente? Aunque juré mis votos y no pueda comer, eso no implica comerte, hambre de libertad pero agarrado a tu muñeca, un pobre solista que escribe en Madrid, al que siempre recuerdan, es distinto, siempre le necesitan.
Ya no quiero gritar, tu voz me calma, suena distinta.. apaga mi dinamita. Cuando escuece, endulza el alma, el diablo se pone a temblar, eres agua que dentro purifica, Haces de David, la única que puede con este Goliath tan enfadica, pero no tiras piedras ni haces daño, te vale con hablarme despacio, al oído, gracias por ser distinta, por cambiar el mundo que había conocido.
Llorar Venecia, hacerme pensar, rectificar, empatizas, te pones en mi lugar, te metes en mi cabeza. Ganas de estar, consumir las velas, dejar de contar horas para contar estrellas, saberme dar lo que necesito sin abrir las piernas. Escribirte esto, verte reflejada en mi espejo, en el sin fin de mis textos, que te recite una rima o te lo haga a capella, mientras aplaudes sobre tus rodillas para flotar sobre un ritmo, te da igual que lo haga bien o mal, me haces sentir especial, juro que serás el primero de mis libros.
Desbordar, ríos en el centro, haces aparecer ríos en desiertos, te da igual, todo por viajar en alta mar, por llevar mi vida a buen puerto. Que sea tú capitán, tu mi pequeña pirata que encauce un final, dejar a un lado afluentes perversos y el mundo de los cuerdos. Las cuerdas no me gustan, atan, tú loca, sabes atar sin cuerda. Creas ganas de estar, cuidar mi navío de proa a popa. Creamos olas para derribar a falsos soñadores, se conforman con vivir atado a lo escrito, no puedes cruzar, tomar las olas, pero ¿sabes? mucho mejor, nunca podrán llegar al paraíso de lo real y lo infinito. Haciendo de Madrid la moda, robando de Paris el champagne, Italia la Oda, de las Vegas el vicio, tu cuerpo y el mío al unísono.
Y son pocas las veces que te he pedido soñar, que te he pedido que me agarres, que me demuestres que eres real, que me dejes señal y me marques. He formado castillos de arena y he dejado escrito tu nombre en ella, ¿De arena? sí, de arena, eso no importa, de cada uno de esos castillos tu eres la princesa. Después los he borrado, y lo han tapado las olas del mar, tu nombre no podía borrarse, y las olas susurraban "jamás la dejes escapar, ella es distinta, inconformista, pero merece la pena"
Desde entonces estás aquí, riéndote por mí, esforzándote por mi, sacrificándote por mí, siendo mi Lazarillo cuando no quiero ver. Das la cara y enseñas los dientes como mi amada cuando me ves sentir dolido, no dejas de protegerme, incluso más que yo a ti, gracias por hacerme recuperar la vista y el amor a lo vivido.
Somos dos, complementarios incompletos, incompatibles exhaustivos, estocásticamente dependientes. Siendo la estadística que no falla, la intersección que tanto significa de 0 a 1, los dos o ninguno, almas atadas a la cuerda floja de la vida formando un solo nudo.
Gracias, lo estoy pasando genial.
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