nos dan las tantas en un parque
tantas miradas mezcladas cruzamos
espera, no te muerdas los labios, aún no voy a besarte.
Entre cruzadas las manos,
suavemente acariciarte, rozarte,
te sientas a mi lado,
encima no, que Troya arde.
Comienzo el Teatro Romano,
¿tragedia? no, yo soy un comediante.
No soy buffon ni cuento chistes malos,
a mi se me da bien hacerte reír, picarte para luego besarte.
No puedes pedir que sea luchador de Coliseo,
porque no abría segunda parte,
soy más de Ulises que de Perseo,
no puedo con mil hombres, pero si con mil historias enamorarte.
Se tocar la flauta, bailar, ser un Faquir,
soplar soplar y con la música embaucarte,
y es raro que tu puedas hacerme sentir,
si lo consigues, Medusa, no me mires, de piedra podrías dejarme.
Puedo ser un Pretoriano,
y abusar de mi autoridad para tocarte,
Pero ya dije que no uso la fuerza, soy un letrado
que entre poemas de amor al oído me pedirías besarte.
Puedo ser un trovador que se siente solo,
me presentaría delante de la corte, solo por verte,
incluso ser juzgador por el emperador Cómodo,
podrían burlase o condenarme a muerte,
Puedo hacerte el amor en un Triclinio,
puedo enviarte notas para estar contigo siempre,
envenenar la copa de quien se ponga por medio,
hacer llegar la nota: "Para mi ninfa, quiero verte".
Ni el Cesar se atrevería a poner remedio,
no se puede meter, pulgar hacia abajo y vendería su suerte,
por mucho menos yo quemaría el Imperio,
como Espartaco, revolución de esclavos, todo por un sueño, en mi caso, tenerte.
Y volvemos al parque,
palabra, palabra, verso, beso,
es la forma de que te encante,
de colgar los pies sentada encima del universo.
Se nos ha hecho muy tarde,
-¿Y nada más? -así es perfecto
te llevo a casa antes de que a la luna llena aulle
y conozcas mi lado más travieso.
Palabras para mi Ninfa, dulce Ninfa, el pasado vuela, el presente aterriza.
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