He maltratado a mi conciencia, se ha lesionado a Pepito Grillo,
Ilusión saltó demasiado alto, Dios no
perdonará el suicidio.
La muerte que sea por guerra de
trincheras, no maltratada por la soga,
la puntería en el corazón de una bayoneta,
no trabajaban en la industria todas las señoras.
Acumulo, exploto y me regenero, más tierra
donde pisar, efecto volcánico,
no escapes, no te refugies en el mar,
será de mis dominios con el paso de los años.
Si saltas, salto, volvemos a tu juego, no
se si verídico,
me gusta que me mientas, creerte, irte a
ver, despedirme y volver, quedarme con la duda.
El corazón bombea, se para y se acelera
si estás cerca,
experta en táctica militar, guerra
relámpago para pillarme por sorpresa.
Besos de fresa, no, besos sabor a menta,
tirados en el valle hasta los 70,
construir una cabaña, dura madera roble,
que aguante siempre, ponerla un nombre.
Colgada en un extremo de la luna, te empujo
y te balanceas, ¿Querrías ser mi estrella?
fugaz no, duradera, duraderos tus abrazos
por la espalda que marcan y dejan huella.
Ayudados por un bastón, no implica vejez,
implica un camino largo,
escalo peldaños y subo, y tú detrás, lo
intentas, no dejas de luchar por mí, tienes el cielo ganado.
Yo fui un soldado, vendido, traicionado
por el paso de los años,
ahora me cuidan en una camilla, mi
enfermera es la misma que hace años me hubiera curado.
Tratado de paz, tratado de forma especial
¿Por qué yo si tú eres la estrella?
atado, a tu forma de pensar, de reírte
aunque te haga daño, por seguir a mi vera.
Sabes florecer sin estar en primavera, y ya
no tengo alergia,
y
tu renuncias a todo porque dices que valgo la pena.
Como un pantalón de pana, resistente,
como nuestra cabaña, como yo sin ti, como yo con todo el mundo y tú nunca
protestas nada.
Como una lluvia sin Abril, como un
corazón sin latir y negro, como la fiebre sin estar enfermo, como una manta sin
invierno, como estar contigo sin pensar en ti, como yo..
Como tus manos y las mías, como lo bien
que tocas el piano y te paso la página, como la dulzura que desprenden tus
pestañas, como cuando bajamos las persianas y el volcán estalla.
Como tener los mismos sueños, y estar en
los tuyos, y que estés en los míos, como que seas tú la que me abrigas cuando
bebemos en la calle, y me calientas las manos soltando vaho contra el frío.
Como curar mi pulmón y romperte el tuyo
para compartirlo, como leer juntos el mismo libro, contarte una historia antes
de dormirte mientras te la escribo.
Como unas buenas noches, como meterme por
debajo de la sábana y hacer el ratoncillo, como hacer que te mueras de risa,
que menos, si ahora tu mundo es el mío.
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